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"Y yo seré para ella una muralla de fuego en derredor, y gloria seré en medio de ella" (Zacarías 2:5)

Aug 2, 2007

ARTICULO

La Caridad

José Melamed

La clave de la caridad está en comprender que no es sólo un regalo para quien recibe, sino para que el que da también.

Todos sabemos que la caridad es una virtud. Quizá sería más sano simplemente ser caritativo sin analizar el porqué, como hace tanta gente. Pero cuanto mejor comprendamos la dinámica genuina de la caridad, más podemos cultivarla dentro de nosotros, de nuestra familia y del círculo de nuestras amistades. Y un aumento de caridad sólo puede llevar a una vida más plena de sentido. Como está escrito en Proverbios: "El que se empeña en la caridad y la generosidad, encuentra vida, bondad y honor".

La clave de la caridad está en comprender que no es sólo un regalo para quien recibe, sino para que el que da también. La necesidad de ser caritativo es una de las necesidades humanas más fundamentales. Así como necesitamos comida y protección y amor, necesitamos compartir lo que nos ha sido dado.

La caridad es uno de los modos más simples y a la vez más profundo de ayudar a refinar el mundo material y unirse con el prójimo y con Dios en consecuencia, de cumplir nuestra misión cósmica. A través de la caridad introducimos unidad en un mundo diverso.

La caridad nos permite espiritualizar lo material, y poner en práctica nuestras intenciones virtuosas.

Dios podría haber distribuido con facilidad la riqueza parejamente entre toda la gente. Pero, como dicen los sabios, "Si todos fuéramos ricos o pobres ¿quién sería generoso?". Así como Dios sigue dando, la caridad nos permite a nosotros dar, volviéndonos divinos nosotros mismos. Recuerden: el dinero que damos no es nuestro, Dios nos lo ha prestado para permitirnos el don de dar. Los que han sido bendecidos con más dinero, entonces, son los que han sido bendecidos por Dios con la oportunidad y el privilegio de dar más, de ser más divinos. Por eso la caridad debe ser hecha con humildad. Si una persona rica da con arrogancia, pensando que está haciendo un gran favor, está tristemente equivocada: el favor se lo están haciendo a él. Reconocer este hecho vuelve el acto de la caridad mucho más vir tuoso.
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José Melamed es columnista del diario El Universal y de otros importantes medios de comunicación.